Piscis Caracteristicas Generales - Piscis en el Amor - Compatibilidad de Piscis con los demás Signos Zodiacales
Nacidos: del 20 de
febrero al 20 de marzo
Elemento: Agua
Días de suerte: Jueves y Viernes
Días nefastos: Miércoles
Numero de suerte: 3, 6 y 12
Color: Verde marino suave y añil
Piedras: Esmeralda
Perfumes: alhelí y ámbar
Metales: Paladio y Estaño
Constitución Física: talla mediana, un poco gruesa y débil constitución.
el cabello y los ojos castaños
Carácter: apático y tímido. Son inconstantes y despreocupados.
Normalmente se dejan llevar por los demás. Les falla energía para luchar porque
hay pocas cosas que les interesen
Futuro: su despreocupación en los asuntos hace que la fortuna llegue a
ellos con dificultad, pero generalmente tienen suerte para conseguir logros a
pesar de su comportamiento
Aptitudes: en todos los trabajos que requieren destellos pero no
persistencia, es especial profesiones que se ocupan de sus semejantes
Signos Afines: Escorpio, cáncer y virgo
Signos Contrarios: géminis y libra
Talismán: un anillo para hombre y broche para mujer de plata con una
esmeralda comprado en jueves a las 8 de la mañana o a las 3 de la tarde
Decanatos de Piscis
Primer
Decanato: (nacidos del 20 de febrero al 1 de marzo) buscan una
quimera en soledad. Sus edades trascendentales son 12, 24, 36, 48, 60 y 72 años
Segundo
Decanato: (nacidos del 2 de marzo al 10 de marzo) les gusta la
grandeza exagerada. Sus edades trascendentales son 25, 50 y 75 años
Tercer
Decanato: (nacidos del 11 de marzo al 20 de marzo) se preocupan
de ser útiles a todos. Sus edades trascendentales son 24, 36 y 48 años
Características
Generales del Signo Piscis
Un piscis tiene
una personalidad tranquila, paciente y amable. Son sensibles a los sentimientos
de los demás y responden con simpatía y tacto al sufrimiento de los demás. Son
muy queridos por los demás porque tienen un carácter afable, cariñoso y amable,
y no suponen una amenaza para los que quieren tener puestos de autoridad o
mayor popularidad. Suelen asumir su entorno y sus circunstancias, y no suelen
tomar la iniciativa para resolver problemas. Les preocupan más los problemas de
otros que sus propios problemas. Los Piscis tienden a existir de forma
emocional más que de forma racional, de forma instintiva más que de forma
intelectual. No les gusta sentirse confinados y no respetan las convenciones
así por las buenas. Pero tampoco tienen la energía o la motivación para luchar
contra el poder establecido. Muchas veces se retiran hacia un mundo de sueños
en el que sus capacidades pueden aportarles beneficios. Tienen una gran
capacidad creativa artística.
Piscis tiene
pocas ambiciones mundanas. A la mayoría de ellos les importa poco el poder o el
liderazgo, y tampoco la riqueza les atrae demasiado. Le gusta ir contra
corriente. Naturaleza ociosa. La mayoría de las restricciones lo dejan
indiferente, si no le privan de su libertad de soñar, y de ir buscando su
camino en la vida. Más indiferente se queda ante los insultos, las
recriminaciones y las opiniones de la gente. Pocas cosas le mueven a una acción
violenta. Pero no lo provoques demasiado porque cuando se enfada puede ser
sarcástico, y rápido con la lengua. Como pasa con los Escorpio y los de Cáncer,
para los nativos de Piscis es prudente no acercarse siquiera al alcohol. Le
encanta todo tipo de vicios. Le cuesta ir hacia adelante, seguir el camino
recto. Piscis dará vueltas constantemente sin llegar alcanzar sus metas. Para
Piscis la vida es un gran escenario. Carácter premonitorio ante cualquier
situación de la vida. Si tiene un presentimiento normalmente se cumplirá. Igual
que Aries representa el nacimiento del zodiaco, Piscis representa la eternidad.
Piscis es el último signo, mezcla de todo lo que ha sucedido antes.
A veces, el
humor de Piscis es cálido e inofensivo, otras es frío y despiadado, pero
encubre siempre alguna otra emoción que el Pez quiere ocultar, rara vez es
espontáneo. Tiene un gran sentimiento de piedad y un gran deseo de ayudar a los
débiles y enfermos. Piscis no juzga a nadie, da igual quien tenga delante
siempre le tratará dulcemente. Él es muy sensible y así trata a los demás, por
esa sensibilidad muchas veces se pone la máscara y finge indiferencia, para
protegerse. Muchas veces se les tacha de insensibles por no prestar atención a
historias tristes, cuando realmente lo que pasa es que son demasiado sensibles
y por esto evitan este tipo de historias porque les afectan demasiado. Piscis
es demasiado profundo. Para Piscis todo es ilusión y les cuesta muchas veces
distinguir la realidad. Más de una vez te los encontrarás flotando, porque
Piscis no anda sobre la tierra, flota en el aire.
Positivo: Imaginativo y sensible. Es amable y tiene compasión hacia los demás. Es
intuitivo y piensa en los demás. A piscis le gusta estar solo para
soñar. Le gusta el misterio y el ridículo. Le gusta perderse.
Negativo: No asume la realidad. Es idealista, mantiene secretos y tiene una voluntad
algo débil. Se deja llevar por los demás. Lo obvio. Tampoco les gusta a los
Piscis ser criticados
Piscis en el Trabajo: un piscis rinde más si trabaja solo o en puestos inferiores. Los piscis No suelen ser buenos gestores, porque carecen de la suficiente seguridad para serlo. Pero son excelentes secretarias, auxiliares o administrativos. También hay muchos piscis que se convierten en excelentes abogados, arquitectos, viajeros, artistas, curas, empleados en organizaciones sin ánimo de lucro, por su sentido de solidaridad, detectives por su imaginación.
La Mujer Piscis
Es posible que
no haya bastantes mujeres Piscis para que cada hombre tenga la suya, pero eso
no es razón para indisciplinarse. Tendran que respetar los turnos y esperar la
mejor suerte. Incluso sin astrología se han difundido los rumores referentes a
los encantos de la mujer Piscis. Claro que también tiene sus puntos negativos,
pero a la primera mirada es el sueño de todos los varones desde la escuela
primaria, con un sabio toque de conejita de Playboy para mejor condimento.
Más vale que
admitamos que la mujer moderna y emancipada, con su imagen de hierro forjado,
ha hecho subir más aún las acciones de las muchachas Piscis. No es sorprendente
que Piscis sea un trofeo. La mujer neptuniana, casada o soltera, rara vez trata
de hacerle sombra al hombre que está a su lado. No tiene el más remoto deseo,
neurótico u oculto, de dominarle de ninguna manera.
Con alegría en
el corazón, deja que él le aparte la silla, le ponga el abrigo, llame el taxi,
le encienda el cigarrillo y le repita hasta cansarse lo encantadora que es. Lo
único que quiere es que él la proteja y se ocupe de ella; se siente contenta y
feliz de apoyarse en el ancho hombro viril y de decirle, mirándole con ojos
maravillados, lo fuerte que es él y lo mucho que ella necesita de su protección
en este mundo hiriente. Piensa en todos los lobos que andan por ahí, en espera
de devorarse a las Caperucitas Rojas; es bastante para que una chica tenga que
sacar el frasco de sales. Y aunque no sea victoriana hasta ese punto aunque
muchas del signo del Pez lo son, sabrá escuchar con encanto el relato de los
problemas masculinos y en momentos de crisis será lo que se llama una buena
compañera.
Una mujer de
este signo piensa que su marido, amante, novio, padre, hermano y en realidad,
cualquier hombre, puede darle una paliza al mundo entero con una mano atada
detrás de la espalda. La muchacha Piscis es una serena y acogedora rada de
tranquilidad para su orgulloso macho, lejos del ruido del tráfico y del
repiqueteo de las máquinas de la oficina. En su estanque de peces, las luces
son suaves, amortiguadas, calmantes para los ojos cansados.
Tras una breve
conversación con ella, un hombre se relaja instantáneamente. Se imagina un
cálido fuego restallante en una noche de invierno, o se ve tendido en una
hamaca, un fragante día de primavera, sin que nadie le incomode. Ella no deja
de aclarar que jamás le culparía por ningún problema que tuviera en su carrera
ni por accidentales errores. Esas cosas son siempre culpa de algún otro, no de
su amado. Ella jamás le presionará para que se apresure; para ella, el ritmo
que él lleva es perfecto. Además, su deliciosa feminidad oculta todos los
fallos secundarios, y la mayor parte de las veces la chica típica de Neptuno es
dulce, soñadora y femenina. Como el Pez nada al mismo tiempo en ambas
direcciones, ella se adapta con toda facilidad a situaciones conflictivas que
destrozarían los nervios de otras mujeres.
Claro que, de
vez en cuando, en la superficie habitualmente placida de su corriente de
pensamiento pueden asomar como burbujas algunas palabras ásperas y un parloteo
irritable. En ocasiones, una de estas sensibles criaturas que haya sufrido de
pequeña un tratamiento severo en exceso, puede, en su amargura, separar los dos
peces simbólicos de su signo, y esto quizá resulte muy triste.
Se convierte
entonces en un Pez solitario y desdichado, que nada siempre furiosamente y que
siempre que se hunde en el intento de escapar vuelve a encontrarse consigo
misma, sin comprender jamás que lo que la envenena es volver hacia adentro,
hacia sí misma, su inagotable reserva de amor y de simpatía. Las drogas, la
bebida y las falsas ilusiones ocultan a sus ojos la verdad y le impiden ver las
rocas que hay en el río y que pueden destruirla. Pero la mayoría de las
muchachas neptunianas conservan ambos peces simbólicos firmemente unidos en una
acción fluida, que se desliza suavemente primero hacia atrás y después un poco
hacia delante, de manera que nunca estarás del todo seguro del punto exacto
hacia el que ella se encamina.
Como los
vientos de marzo, tu muchacha Piscis puede pasar por muchos estados de ánimo.
Es tremendamente sentimental, y si sus sentimientos están heridos, llorará a
torrentes. Te mirará con tal aire de reproche que te sentirás como si acabaras
de disparar sobre un conejito. A veces, las mujeres Piscis piensan que están
totalmente desprovistas para las difíciles batallas que impone la
supervivencia; entonces se deprimen. Hay que decirle entonces que todos los que
alguna vez han tenido la suerte de conocerla la admiran por su profunda
sabiduría y su comprensión sin límites; normalmente, es la verdad del
evangelio. La lección más difícil que tiene que aprender la mujer Piscis es la
superación de su timidez y de sus dudas. Si su miedo es muy profundo, se
cerrará ante todo el mundo, y después se preguntará por que está sola. Muchas
veces tiene miedo de imponerse, de exigir demasiado, de sacar ventaja, cuando
esas cosas no se le pasan por la cabeza a nadie más que a ella.
Alguna que otra
vez, la mujer Piscis disimulará su timidez y vulnerabilidad con agudezas, un
barniz de complejidad mundana y una personalidad frígidamente independiente,
pero todo eso no es más que una capa protectora que le sirve para ocultar su
incertidumbre a los ojos indiscretos de gentes torpes que, si ella no se
protegiera, herirían su sensible corazón.
La mujer Piscis
dará todo su corazón a sus hijos, salvo esa gran porción que reserva para ti.
Los amará a todos, pero tendrá cierta preferencia por los más feos, más
débiles, más pequeños o enfermizos. Solo una estrella de cine nacida bajo este
signo es capaz de hacer caso omiso de los rollizos bebés llenos de hoyuelos
para adoptar al niñito lisiado y de ojos asustados. Las mujeres regidas por
Neptuno son las que pueden demostrar mayor capacidad para entender la timidez
de los niños y los sufrimientos del crecimiento de las torpes chiquillas
adolescentes. Una madre Piscis teje sobre cada cuna la leve telaraña de mil
sueños. Sacrificará cualquier cosa para que sus hijos tengan todo lo que ella
no pudo disfrutar de niña. Es posible que sea demasiado tolerante con ellos; se le hace difícil
imponer disciplina, y hay que hacerle comprender que la falta de firmeza puede
ser tan negativa como el desapego y el descuido. En cierto modo, es una forma
de descuido dejar librados a sí mismos a esos caracteres jóvenes que necesitan
de una firme guía hasta que aprendan a nadar solos. Si peca por exceso de
blandura, explícaselo con bondad, que Piscis lo entenderá sin amargura y
empezará a usar alguna vez la zapatilla. Pero son muchas las mujeres de Neptuno
que consiguen hallar un justo medio entre el rigor y la bondad, y sus vástagos
dan testimonio de ello.
Hombre Piscis
Si estás a punto de salir a nadar a la luz de la Luna sabe cuándo sube la
marea. Si la toma en buen momento, tienes toda la suerte que puede tener una
mujer. ¡Adelante, hacia la fama y la fortuna! Pero si por casualidad tu galán
Piscis no puede ver la marea porque tiene los ojos llenos de polvo de
estrellas, y la deja pasar, bueno, será mejor que te advierta que esos bailes
neptunianos pueden desembocar en algunos de los momentos más angustiosos que te
toque vivir.
Un Hombre Piscis puede ser todo lo que tú quieres encontrar en un hombre, o
todo lo que no quieres encontrar en él. Si hablamos de negocios, la marea es
sinónimo de oportunidad; necesita una decisión firme, acción determinada y
capacidad para ahogar los viejos sueños empapados que obstruyen el éxito. El
problema es que hay hombres Piscis que no reconocerán la marea alta, por más
que esté lamiéndoles los pies.
El hombre Piscis no es débil; simplemente, puede demorarse demasiado en una
tenue estrellita de plata y perderse el resplandor solar del éxito. No todos
ellos son inactivos soñadores, pero más de los que puedes dispersar arrojando
una piedra. Aunque el mundo necesite desesperadamente de su imaginación
encantadora, llega un momento en que Piscis tiene que pararse a pensar sobre la
forma de ganarse la vida. Una vez que lo hace, le sale bien, porque la
intuición neptuniana, unida a su mente despierta, puede orientarle hacia
objetivos sensatos que le reporten la fama y el reconocimiento, e incluso la
riqueza y la inmortalidad.
Sin embargo, si para los veinticinco años más o menos no ha reconocido la
marea en sus negocios, no pongas muchas esperanzas en su futuro. Son muchos los
hombres de Piscis que no pueden enterrar sus viejos sueños para descubrir ideas
nuevas que les lleven al éxito, pero viven muy satisfechos, ya que lo único que
necesitan es ese sueño, por oxidados que tenga los bordes.
Con ese tipo de Pez no hay más que una forma de salir adelante: que tú
tengas herencia. Aunque también hay otra: tener dos trabajos, uno para ti y
otro para él. Tendrás que admitir que así la cosa no funciona. Mejor que vayas
diciéndole adiós desde ahora. Llorarás un poco, y es posible que te duela, y
profundamente, incluso. Pero será menos doloroso que estar casada con un sueño
andante y parlante, y tener que hacer frente al propietario de la casa sin
Un hombre Piscis no tiene prejuicios; jamás juzgará a un indio sin haber
caminado unos cuantos kilómetros con sus mocasines, ni a un nudista sin haber
probado a andar descalzo. E incluso entonces será comprensivo y no exagerará la
nota crítica. Piscis escasea en acusaciones frías y abunda en cálida
tolerancia.
Se esforzará incluso por entender a su suegra, y ¿cuántos son los hombres
que lo hacen? El varón de Neptuno posee una rara simpatía de espíritu. Sus
amigos confían en él y no se preocupan nunca de que algo pueda escandalizarle;
hace falta una bomba de demolición para escandalizar al Pez. Si tú y tu
enamorado Piscis estuvieran en una habitación, y entrara un hombre diciendo que
estaba un poco preocupado porque era polígamo y tenía cuatro esposas en cuatro
países diferentes, tal vez tú le mirarás con indignación, pensando que merecía
ir a la cárcel, y podrías fulminarle con desdén y tratarle de canalla, pero tu
amigo Piscis le preguntaría probablemente en que países, y querría saber si
estaba enamorado de alguna de ellas. El Pez es curioso, pero totalmente a
prueba de escándalos. En su opinión el muchacho necesita primero que le
entiendan y se compadezcan de él, y después un abogado competente.
Alguna vez, accidentalmente, puede traicionar un secreto, pero nunca a
propósito. En ocasiones, Piscis habla antes de darse cuenta del daño que puede
causar con sus palabras; se le hace difícil entender que lo que dice puede tal
vez ser interpretado bajo una luz desfavorable por personas más severas y de
actitud menos tolerante.
Es sensible y que es fácil herirle. Su timidez se debe a que percibe
dolorosamente sus propias limitaciones, sean cuales fueren, y las siente
agudamente. Necesita saber que sus virtudes son reconocidas por alguien a quien
él admira. Jamás debes de alentarle y estimularle. Es probable que haga
incursiones por el yoga y el Zen, o que experimente con las ciencias ocultas, y
también que se interese por la astrología y la numerología, e incluso por la
reencarnación.
Como el Escorpio, en él es innata la comprensión de los principios
esotéricos, y por lo general esas cosas le hacen bien: le ayudan a mantener la
estabilidad de sus emociones y ofrecen un objetivo a su vívida imaginación. Los
hombres Piscis se alteran de vez en cuando, pero es raro que su cólera sea
violenta o duradera. Cuando ha pasado, las aguas vuelven a su placidez y la
vida es tan pacífica como antes. Aunque a él mismo le resulta difícil
sondearse, Piscis no tiene problema para ver con toda claridad las sutilezas
ajenas. Engañarle es difícil; con una mirada llega hasta el otro lado. Pero
cuando se le ocurra, puede engañarte a ti, con alguna argucia que tiene y que
le permite mantener sus asuntos personales al abrigo de escrutinios demasiado
curiosos.
No tendrá grandes arrebatos de celos o, si los tiene, como es por
naturaleza un actor excelente pretenderá haberlos superado. Pero, con toda su
cualidad tierna y poética, es un hombre, de manera que, una vez dicho y hecho
todo, esperará que le seas técnicamente leal. Sin embargo, es posible que tú
tengas que dominar tus celos, porque el Pez tendrá afectuosos amigos de ambos
sexos y acudirá a su llamada, a veces a horas insólitas. Es sociable por
naturaleza, no puede evitarlo, y es un rasgo peligroso si tú eres del tipo
violentamente posesivo.
Los niños encontrarán en él un compañero divertidísimo. Lo más probable es
que los lleve a pasear en bote, a nadar y a bucear. Representará con vívida
gracia, en colores, a los personajes más pintorescos de las canciones
infantiles. Los iniciará en teorías un tanto extrañas, les cantará algunas
canciones un poco picantes o les enseñará a hacer la vertical, en el estilo
yoga. Ellos le adorarán, y es posible que gracias a su excepcional capacidad
para sostener un pajarillo en la mano, sin aplastarlo ni asustarlo, resulten
equilibrados y bien adaptados de adultos. Tú ocúpate de las palmadas, que él
escuchará sus problemitas; ocúpate de que tengan la ropa y las narices limpias,
que él les tendrá mentalmente activos, y así todo funcionará perfectamente.
No desdeñes jamás los sueños de este hombre, porque no lo perdonará ni
olvidará. Dale ocasión de que los convierta en realidades, ayudándole a
encontrar una estrella clara y firme hacia dónde dirigirse, que brille en vez
de disiparse en un eclipse de sentido común.
Enamorado, Piscis necesita apoyo emocional, es decir, que le brinden
renovada tranquilidad y confianza, pero también que tú no busques apoyo en él
por males y agravios imaginarios. Sus fervorosas esperanzas necesitan del riego
de un afecto comprensivo, de modo que ofrécele el fértil suelo de una vida
hogareña feliz. Aparta de las raíces esos mortíferos insectos que se llaman
sermoneo y escepticismo, y un día esas esperanzas descabelladas y locas que él
tiene dejarán de ser hierbas inútiles para convertirse en árboles robustos que
os harán ricos, y tan altos como para poder alcanzar también tus sueños. En el
corazón de Piscis la esperanza fluye eternamente. No la frustres, que si la cultivas
con ternura puede inundarte de suerte a manos llenas.
Piscis en el Amor
Si tu pareja es Piscis seguro que te has sorprendido ante esos ataques de romanticismo que les dan. La pareja Piscis siempre resulta atractiva y muy generosa ya que prefiere dar antes que recibir. Piscis es intenso, tanto que a veces eso puede influir en sus relaciones de pareja de una manera radical. El amor no es una adicción, no es un capricho, no dejes que tu relación de pareja se convierta en una sofocante madeja de emociones. No conviertas el amor como el único objetivo de tu vida. Sigue diciendo abrázame, dame un beso siempre que quieras salir de una discusión. Cuidado con esos celos, deja que el amor con tu pareja fluya y dale espacio para que pueda volar en libertad.
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