Física Cuántica o Mecánica Ondulatoria - Cocepto y Antecedentes Históricos
La Física Cuántica, también conocida como Mecánica Ondulatoria, según el Principio de Incertidumbre de Heisenberg, es la rama de la física que estudia el comportamiento de la materia cuando las dimensiones de ésta son tan pequeñas, en torno a 1.000 átomos (Considerando que el tamaño medio de un átomo es de una diez millonésima de milímetro, es decir, un millón de átomos situados en fila constituirían el grosor de un cabello humano), que empiezan a notarse efectos como la imposibilidad de conocer con exactitud la posición de una partícula, o su energía, o conocer simultáneamente su posición y velocidad, sin afectar a la propia partícula.
La Física
Cuántica es la última de las grandes ramas de la física. Comienza a principios
del siglo XX, en el momento en que dos de las teorías que intentaban explicar
lo que nos rodea, la ley de gravitación universal y la teoría electromagnética
clásica, se volvían insuficientes para explicar ciertos fenómenos. La teoría
electromagnética generaba un problema cuando intentaba explicar la emisión de
radiación de cualquier objeto en equilibrio, llamada radiación térmica, que es
la que proviene de la vibración microscópica de las partículas que lo componen.
Pues bien, usando las ecuaciones de la electrodinámica clásica, la energía que
emitía esta radiación térmica daba infinito si se suman todas las frecuencias
que emitía el objeto, con ilógico resultado para los físicos.
Los dos
pilares fundamentales de esta teoría son:
- Espectro de la radiación del cuerpo negro, resuelto por Max Planck con la cuantización de la energía. La energía total del cuerpo negro resultó que tomaba valores discretos más que continuos. Este fenómeno se llamó cuantización, y los intervalos posibles más pequeños entre los valores discretos son llamados quanta (singular: quantum, de la palabra latina para "cantidad", de ahí el nombre de mecánica cuántica). El tamaño de un cuanto es un valor fijo llamado constante de Planck, y que vale: 6.626 ×10-34 julios por segundo.
- Bajo
ciertas condiciones experimentales, los objetos microscópicos como los
átomos o los electrones exhiben un comportamiento ondulatorio, como en la
interferencia. Bajo otras condiciones, las mismas especies de objetos
exhiben un comportamiento corpuscular, de partícula,
("partícula" quiere decir un objeto que puede ser localizado en
una región concreta del espacio), como en la dispersión de partículas. Este fenómeno se conoce como dualidad
onda-partícula.
- Las propiedades físicas de objetos con historias relacionadas pueden ser correlacionadas en una amplitud prohibida por cualquier teoría clásica, en una amplitud tal que sólo pueden ser descritos con precisión si nos referimos a ambos a la vez. Este fenómeno es llamado entrelazamiento cuántico y la desigualdad de Bell describe su diferencia con la correlación ordinaria. Las medidas de las violaciones de la desigualdad de Bell fueron de las mayores comprobaciones de la mecánica cuántica.
- Explicación del efecto fotoeléctrico, dada por Albert Einstein, en que volvió a aparecer esa "misteriosa" necesidad de cuantizar la energía.
- Efecto Compton.
- Al ser imposible fijar a la vez la posición y el momento de una partícula, se renuncia al concepto de trayectoria, vital en mecánica clásica. En vez de eso, el movimiento de una partícula queda regido por una función matemática que asigna, a cada punto del espacio y a cada instante, la probabilidad de que la partícula descrita se halle en tal posición en ese instante (al menos, en la interpretación de la Mecánica cuántica más usual, la probabilística o interpretación de Copenhague). A partir de esa función, o función de ondas, se extraen teóricamente todas las magnitudes del movimiento necesarias.
- Existen dos tipos de evolución temporal, si no ocurre ninguna medida el estado del sistema o función de onda evolucionan de acuerdo con la ecuación de Schrödinger, sin embargo, si se realiza una medida sobre el sistema, éste sufre un "salto cuántico" hacia un estado compatible con los valores de la medida obtenida (formalmente el nuevo estado será una proyección ortogonal del estado original).
- Existen diferencias perceptibles entre los estados ligados y los que no lo están.
- La energía no se intercambia de forma continua en un estado ligado, sino en forma discreta lo cual implica la existencia de paquetes mínimos de energía llamados cuantos, mientras en los estados no ligados la energía se comporta como un continuo.
Ratificación
Experimental: El hecho de
que la energía se intercambie de forma discreta se puso de relieve por hechos
experimentales, inexplicables con las herramientas de la mecánica clásica, como
los siguientes:
Según la
Física Clásica, la energía radiada por un cuerpo negro, objeto que absorbe toda
la energía que incide sobre él, era infinita, lo que era un desastre. Esto lo
resolvió Max Plank mediante la cuantización de la energía, es decir, el cuerpo
negro tomaba valores discretos de energía cuyos paquetes mínimos denominó
“quantum”. Este cálculo era, además, consistente con la ley de Wien (que es un
resultado de la termodinámica, y por ello independiente de los detalles del
modelo empleado). Según esta última ley, todo cuerpo negro irradia con una
longitud de onda (energía) que depende de su temperatura.
La dualidad
onda corpúsculo, también llamada onda partícula, resolvió una aparente
paradoja, demostrando que la luz y la materia pueden, a la vez, poseer
propiedades de partícula y propiedades ondulatorias. Actualmente se considera que
la dualidad onda - partícula es un "concepto de la mecánica cuántica según
el cual no hay diferencias fundamentales entre partículas y ondas: las
partículas pueden comportarse como ondas y viceversa".
Aplicaciones de la Teoría Cuántica
El marco de aplicación de la Teoría Cuántica se
limita, casi exclusivamente, a los niveles atómico, subatómico y nuclear, donde
resulta totalmente imprescindible. Pero también lo es en otros ámbitos, como la
electrónica (en el diseño de transistores, microprocesadores y todo tipo de
componentes electrónicos), en la física de nuevos materiales, (semiconductores
y superconductores), en la física de altas energías, en el diseño de
instrumentación médica (láseres, tomógrafos, etc.), en la criptografía y la
computación cuánticas, y en la Cosmología teórica del Universo temprano.
Un nuevo
concepto de información, basado en la naturaleza cuántica de las partículas
elementales, abre posibilidades inéditas al procesamiento de datos.
La nueva
unidad de información es el qubit (quantum bit), que representa la
superposición de 1 y 0, una cualidad imposible en el universo clásico que
impulsa una criptografía indescifrable, detectando, a su vez, sin esfuerzo, la
presencia de terceros que intentaran adentrarse en el sistema de transmisión.
La otra gran aplicación de este nuevo tipo de información se concreta en la
posibilidad de construir un ordenador cuántico, que necesita de una tecnología
más avanzada que la criptografía, en la que ya se trabaja, por lo que su
desarrollo se prevé para un futuro más lejano.
En la
medicina, la teoría cuántica es utilizada en campos tan diversos como la
cirugía láser, o la exploración radiológica. En el primero, son utilizados los
sistemas láser, que aprovechan la cuantificación energética de los orbitales
nucleares para producir luz monocromática, entre otras características. En el
segundo, la resonancia magnética nuclear permite visualizar la forma de de
algunos tejidos al ser dirigidos los electrones de algunas sustancias
corporales hacia la fuente del campo magnético en la que se ha introducido al
paciente.
Otra de las
aplicaciones de la mecánica cuántica es la que tiene que ver con su propiedad
inherente de la probabilidad. La Teoría Cuántica nos habla de la probabilidad
de que un suceso dado acontezca en un momento determinado, no de cuándo
ocurrirá ciertamente el suceso en cuestión.
Cualquier
suceso, por muy irreal que parezca, posee una probabilidad de que suceda, como
el hecho de que al lanzar una pelota contra una pared ésta pueda traspasarla.
Aunque la probabilidad de que esto sucediese sería infinitamente pequeña,
podría ocurrir perfectamente.
La
teleportación de los estados cuánticos (qubits) es una de las aplicaciones más
innovadoras de la probabilidad cuántica, si bien parecen existir limitaciones
importantes a lo que se puede conseguir en principio con dichas técnicas. En
2001, un equipo suizo logró tele portar un fotón una distancia de 2 km,
posteriormente, uno austriaco logró hacerlo con un rayo de luz (conjunto de
fotones) a una distancia de 600 m., y lo último ha sido tele portar un átomo,
que ya posee masa, a 5 micras de distancia.
Es en el
seno de la mecánica estadística donde nacen las ideas cuánticas en 1900. Al
físico Max Planck se le ocurrió un truco matemático: que si en el proceso
aritmético se sustituía la integral de esas frecuencias por una suma no
continua se dejaba de obtener un infinito como resultado, con lo que eliminaba
el problema y, además, el resultado obtenido concordaba con lo que después era
medido. Fue Max Planck quien entonces enunció la hipótesis de que la radiación
electromagnética es absorbida y emitida por la materia en forma de cuantos de
luz o fotones de energía mediante una constante estadística, que se denominó constante
de Planck. Su historia es inherente al siglo XX, ya que la primera formulación cuántica
de un fenómeno fue dada a conocer el 14 de diciembre de 1900 en una sesión de
la Sociedad Física de la Academia de Ciencias de Berlín por el científico
alemán Max Planck. La idea de Planck hubiera quedado muchos años sólo como
hipótesis si Albert Einstein no la hubiera retomado, proponiendo que la luz, en
ciertas circunstancias, se comporta como partículas de energía independientes
(los cuantos de luz o fotones). Fue Albert Einstein quién completó en 1905 las
correspondientes leyes de movimiento con lo que se conoce como teoría especial
de la relatividad, demostrando que el electromagnetismo era una teoría
esencialmente no mecánica. Culminaba así lo que se ha dado en llamar física
clásica, es decir, la física no-cuántica. Usó este punto de vista llamado por
él “heurístico”, para desarrollar su teoría del efecto fotoeléctrico,
publicando esta hipótesis en 1905, lo que le valió el Premio Nobel de 1921.
Esta hipótesis fue aplicada también para proponer una teoría sobre el calor
específico, es decir, la que resuelve cuál es la cantidad de calor necesaria
para aumentar en una unidad la temperatura de la unidad de masa de un cuerpo.
El siguiente
paso importante se dio hacia 1925, cuando Louis de Broglie propuso que cada
partícula material tiene una longitud de onda asociada, inversamente
proporcional a su masa, (a la que llamó momentum), y dada por su velocidad.
Poco tiempo después Erwin Schrödinger formuló una ecuación de movimiento para
las "ondas de materia", cuya existencia había propuesto de Broglie y
varios experimentos sugerían eran reales.
La mecánica
cuántica introduce una serie de hechos contra intuitivos que no aparecían en
los paradigmas físicos anteriores; con ella se descubre que el mundo atómico no
se comporta como esperaríamos. Los conceptos de incertidumbre, indeterminación
o cuantización son introducidos por primera vez aquí. Además la mecánica
cuántica es la teoría científica que ha proporcionado las predicciones
experimentales más exactas hasta el momento, a pesar de estar sujeta a las
probabilidades.
Desarrollo
Histórico: La teoría
cuántica fue desarrollada en su forma básica a lo largo de la primera mitad del
siglo XX. El hecho de que la energía se intercambie de forma discreta se puso
de relieve por hechos experimentales como los siguientes, inexplicables con las
herramientas teóricas "anteriores" de la mecánica clásica o la
electrodinámica:
El
desarrollo formal de la teoría fue obra de los esfuerzos conjuntos de varios
físicos y matemáticos de la época como Schrödinger, Heisenberg, Einstein,
Dirac, Bohr y Von Neumann entre otros (la lista es larga). Algunos de los
aspectos fundamentales de la teoría están siendo aún estudiados activamente. La
mecánica cuántica ha sido también adoptada como la teoría subyacente a muchos
campos de la física y la química, incluyendo la física de la materia
condensada, la química cuántica y la física de partículas.
La región de
origen de la mecánica cuántica puede localizarse en la Europa central, en
Alemania y Austria, y en el contexto histórico del primer tercio del siglo XX.
Suposiciones
más importantes:
Las
suposiciones más importantes de esta teoría son las siguientes:
Descripción
de la teoría bajo la interpretación de Copenhague: Para describir la teoría de
forma general es necesario un tratamiento matemático riguroso, pero aceptando
una de las tres interpretaciones de la mecánica cuántica (a partir de ahora la
Interpretación de Copenhague), el marco se relaja. La Mecánica cuántica
describe el estado instantáneo de un sistema (estado cuántico) con una función
de onda que codifica la distribución de probabilidad de todas las propiedades
medibles, u observables. Algunos observables posibles sobre un sistema dado son
la energía, posición, momento y momento angular. La mecánica cuántica no asigna
valores definidos a los observables, sino que hace predicciones sobre sus
distribuciones de probabilidad. Las propiedades ondulatorias de la materia son
explicadas por la interferencia de las funciones de onda.
Estas
funciones de onda pueden variar con el transcurso del tiempo. Esta evolución es
determinista si sobre el sistema no se realiza ninguna medida aunque esta
evolución es estocástica y se produce mediante colapso de la función de onda
cuando se realiza una medida sobre el sistema (Postulado IV de la MC). Por
ejemplo, una partícula moviéndose sin interferencia en el espacio vacío puede
ser descrita mediante una función de onda que es un paquete de ondas centrado alrededor
de alguna posición media. Según pasa el tiempo, el centro del paquete puede
trasladarse, cambiar, de modo que la partícula parece estar localizada más
precisamente en otro lugar. La evolución temporal determinista de las funciones
de onda es descrita por la Ecuación de Schrödinger.
Algunas
funciones de onda describen estados físicos con distribuciones de probabilidad
que son constantes en el tiempo, estos estados se llaman estacionarios, son
estados propios del operador hamiltoniano y tienen energía bien definida.
Muchos sistemas que eran tratados dinámicamente en mecánica clásica son
descritos mediante tales funciones de onda estáticas. Por ejemplo, un electrón
en un átomo sin excitar se dibuja clásicamente como una partícula que rodea el
núcleo, mientras que en mecánica cuántica es descrito por una nube de
probabilidad estática que rodea al núcleo.
Cuando se
realiza una medición en un observable del sistema, la función de ondas se
convierte en una del conjunto de las funciones llamadas funciones propias o
estados propios del observable en cuestión. Este proceso es conocido como
colapso de la función de onda. Las probabilidades relativas de ese colapso
sobre alguno de los estados propios posibles son descritas por la función de
onda instantánea justo antes de la reducción. Considerando el ejemplo anterior
sobre la partícula en el vacío, si se mide la posición de la misma, se obtendrá
un valor impredecible x. En general, es imposible predecir con precisión
qué valor de x se obtendrá, aunque es probable que se obtenga uno
cercano al centro del paquete de ondas, donde la amplitud de la función de onda
es grande. Después de que se ha hecho la medida, la función de onda de la
partícula colapsa y se reduce a una que esté muy concentrada en torno a la
posición observada x.
La ecuación
de Schrödinger es en parte determinista en el sentido de que, dada una función
de onda a un tiempo inicial dado, la ecuación suministra una predicción
concreta de qué función tendremos en cualquier tiempo posterior. Durante una
medida, el eigen-estado al cual colapsa la función es probabilista y en este
aspecto es no determinista. Así que la naturaleza probabilista de la mecánica
cuántica nace del acto de la medida.
Formulación
Matemática: En la formulación matemática rigurosa, desarrollada por Dirac y von
Neumann, los estados posibles de un sistema cuántico están representados por
vectores unitarios (llamados estados) que pertenecen a un Espacio de Hilbert
complejo separable (llamado el espacio de estados). Qué tipo de espacio de
Hilbert es necesario en cada caso depende del sistema; por ejemplo, el espacio
de estados para los estados de posición y momento es el espacio de funciones de
cuadrado integrable , mientras que la descripción de un sistema sin traslación
pero con un espín es el espacio . La evolución temporal de un estado cuántico
queda descrita por la ecuación de Schrödinger, en la que el hamiltoniano, el
operador correspondiente a la energía total del sistema, tiene un papel
central.
Cada
magnitud observable queda representada por un operador lineal hermítico
definido sobre un dominio denso del espacio de estados. Cada estado propio de
un observable corresponde a un eigenvector del operador, y el valor propio o
eigenvalor asociado corresponde al valor del observable en aquel estado propio.
El espectro de un operador puede ser continuo o discreto. La medida de un
observable representado por un operador con espectro discreto sólo puede tomar
un conjunto numerable de posibles valores, mientras que los operadores con
espectro continuo presentan medidas posibles en intervalos reales completos.
Durante una medida, la probabilidad de que un sistema colapse a uno de los
eigenestados viene dada por el cuadrado del valor absoluto del producto
interior entre el estado propio o auto-estado (que podemos conocer teóricamente
antes de medir) y el vector estado del sistema antes de la medida. Podemos así
encontrar la distribución de probabilidad de un observable en un estado dado
computando la descomposición espectral del operador correspondiente. El principio
de incertidumbre de Heisenberg se representa por la aseveración de que los
operadores correspondientes a ciertos observables no conmutan.
Relatividad y la Física Cuántica
El mundo moderno de la física se funda notablemente
en dos teorías principales, la relatividad general y la mecánica cuántica,
aunque ambas teorías parecen contradecirse mutuamente. Los postulados que
definen la teoría de la relatividad de Einstein y la teoría del quántum están
incuestionablemente apoyados por rigurosa y repetida evidencia empírica. Sin
embargo, ambas se resisten a ser incorporadas dentro de un mismo modelo
coherente.
El mismo
Einstein es conocido por haber rechazado algunas de las demandas de la mecánica
cuántica. A pesar de ser claramente inventivo en su campo, Einstein no aceptó
la interpretación ortodoxa de la mecánica cuántica tales como la aserción de
que una sola partícula subatómica puede ocupar numerosos espacios al mismo
tiempo. Einstein tampoco aceptó las consecuencias de entrelazamiento cuántico
aún más exóticas de la paradoja de Einstein-Podolsky-Rosen (o EPR), la cual
demuestra que medir el estado de una partícula puede instantáneamente cambiar
el estado de su socio enlazado, aunque las dos partículas pueden estar a una
distancia arbitraria. Sin embargo, este efecto no viola la causalidad, puesto
que no hay transferencia posible de información. De hecho, existen teorías
cuánticas que incorporan a la relatividad especial y éstas se encuentran en el
mismo corazón de la física moderna de partículas.si Interpretaciones de la
mecánica cuántica
Una
interpretación de la mecánica cuántica es un conjunto de afirmaciones que
tratan sobre la completitud, determinismo o modo en que deben entenderse los
resultados de la mecánica cuántica y los experimentos relacionados con ellas.
Aunque las predicciones básicas de la mecánica cuántica han sido confirmadas
extensivamente por experimentos muy precisos, algunos científicos consideran
que algunos aspectos del entendimiento que esta proporciona son
insatisfactorios y requieren explicaciones o interpretaciones adicionales que
permitan un reconocimiento más cercano a la intuición de los resultados de los
experimentos.
Los
problemas sobre como deben entenderse ciertos aspectos de la mecánica cuántica
son tan agudos que existen una serie de escuelas alternativas, que difieren por
ejemplo en cuanto a si la teoría es subyacentemente determinista, o si algunos
elementos tienen o no realidad objetiva, o si la teoría proporciona una
descripción completa de un sistema físico.
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