El Alma o Ánima
El término Alma o Ánima se refiere a un principio o entidad inmaterial e invisible que poseerían los seres vivos y cuyas propiedades y características varían según diferentes tradiciones y perspectivas filosóficas o religiosas.
Etimológicamente
la palabra del latín ánima se usaba para designar el principio por el cual los
seres animados estaban dotados de movimiento propio. En ese sentido originario,
las plantas, los animales y los seres humanos estarían dotados de alma. Los
avances en la fisiología y neurología permitieron reconocer que los seres
animados obedecen al mismo tipo de principios físicos que los objetos
inanimados, al mismo tiempo que pueden desarrollar actividades diferentes de
éstos, como la nutrición, crecimiento y reproducción.
De
acuerdo con la tradición religiosa judeocristiana, el alma (heb. נמהש, néfesch;
gr. ψυχή, psykhḗ) es la principal cualidad identificatoria del movimiento en la
materia viviente, haciendo de ella un no-moviente (inerte) a un moviente, independiente
del desplazamiento ajeno. Según los registros bíblicos, en el Génesis dice:
Y
Dios procedió a crear los grandes monstruos marinos y toda alma viviente que se
mueve. Y Dios pasó a decir:
“Produzca la tierra almas vivientes según sus géneros,
animal doméstico y animal moviente y bestia salvaje de la tierra según su
género y todo animal moviente que se mueve sobre la tierra".
El
término Alma aparece también en la visión antropológica de numerosos grupos
culturales y religiosos. En la actualidad el término "alma" es usado,
más frecuentemente, en contextos religiosos.
El Alma,
de acuerdo con muchas tradiciones religiosas y filosóficas, es el componente
espiritual de los seres vivos. En esas concepciones, el alma incorpora el
principio vital o esencia interna de cada uno de esos seres vivos, gracias a la
cual estos tienen una determinada identidad, no explicable a partir de la
realidad material de sus partes. Obviamente, el avance del conocimiento
científico ha permitido explicar progresivamente los aspectos biológicos en
términos bioquímicos y biofísicos, sin necesidad de acudir a los aspectos
inmateriales.
En
el transcurso de la historia, el concepto "Alma"
pasa por diversos intentos de explicación. Desde el dualismo del idealismo
filosófico y de la gnosis, a la interpretación existencialista de un todo con
dos aspectos específicos que son: lo material y lo inmaterial.
Para
la religión cristiana, el hombre consta de dos partes, que son: cuerpo (lo
físico) y alma (lo relacionado con lo espiritual). De acuerdo a la tradición
cristiana, el alma es uno de los aspectos del ser humano, que lo unifica como
individuo y lo "lanza" a actividades que van más allá de lo material.
Gracias al alma el hombre es capaz de instintos, sentimientos, emociones, pensamientos
y decisiones libres, así como de volver sobre sí mismo (auto conciencia).
Aunque
no es muy frecuente, el término "alma" también puede utilizarse
referido a cualquier ser humano como un todo, obviando el significado religioso
o filosófico, como en las expresiones «no hay ni un alma» o «ciudad de 40.000
almas».
El Alma en la Filosofía Occidental
El Alma en la Filosofía Griega
Platón
consideraba al alma como la dimensión más importante del ser humano. A veces
habla de ella como si estuviese encarcelada en un cuerpo, si bien tal idea la
toma prestada del orfismo. Según el Timeo, el alma estaba compuesta de lo
idéntico y lo diverso, sustancia que el demiurgo usó para crear el alma cósmica
y los demás astros; además, los dioses inferiores crearon dos almas mortales:
la pasional, que reside en el tórax, y la apetitiva, que reside en el abdomen.
Por encima de las dos estaría el alma racional, que encontraría su lugar en la
cabeza. Algo parecido se narra en el Fedro, donde se expone el mito de los
caballos alados: el auriga es el alma racional, el caballo blanco representa la
parte pasional y el negro la parte de los apetitos (siempre rebelde). La tarea
del auriga es mantener el caballo negro al mismo galope que el blanco. En el
Fedón, el alma es vista como una sustancia que busca desligarse de los límites
y conflictos que surgen desde su unión con el cuerpo, y que podrá vivir de modo
pleno tras el momento de la muerte; este diálogo ofrece diversos argumentos que
buscan probar la inmortalidad del alma.
Aristóteles
definió la Psyche como "determinada realización y comprensión de aquello
que posee la posibilidad de ser realizado" por mucho tiempo fue declarado
enigma universal irresoluble.
La
visión dualista distorsiona la realidad y las consecuencias llegan a un
desprecio de las realidades físicas, del cuerpo humano y de la sexualidad entre
otras cosas. Se imagina el alma como algo independiente, parte de lo divino y
de lo bueno, como una hoja blanca metida en un pobre sobre material del cual
urge liberarse.
El Alma según Santo Tomás de Aquino
Con
Tomás de Aquino la reflexión antropológica (explicación de qué es el ser
humano) toma un giro más realista. Basándose en Aristóteles más que en Platón,
Tomás de Aquino habla de principios, ya no de realidades opuestas. Para
Aristóteles, todos los seres del mundo físico tienen una materia (que es pura
indeterminación) y una forma sustancial (que es el principio determinativo).
Estas
dos realidades son inseparables, de modo que no tienen existencia
independiente. Diríamos que se trata de dos "aspectos" de la misma
realidad. Tomás de Aquino describe al ser humano como material por una parte
(su cuerpo) y no material por otra (su alma espiritual). El ser humano está
inmerso en lo material y obedece a sus leyes básicas de espacio y tiempo. A la
vez, muestra que no es material del todo pudiendo ir más allá del espacio y del
tiempo con su razón: planificar el futuro o disponer los arreglos sobre un
espacio existente en su vida diaria.
Alma
y cuerpo llegan a ser co-principios en la explicación de cómo es el ser humano.
El ser humano es plenamente corporal pero tiene algo propio que le permite ir
más allá de lo corporal: su alma espiritual. Sin embargo, es el alma la que
tiene el ser en primer lugar, mientras el cuerpo existe en cuanto unido al
alma.
El Alma en el Pensamiento Occidental
El
pensamiento occidental recayó en el dualismo entre cuerpo y alma.
Descartes
define alma como cosa pensante opuesta a cosa "extensa" (res cogitans
versus res extensa).
- Espinoza habla del alma como atributo y modo de la substancia divina.
- Leibniz la llama mónada cerrada en sí misma.
- Lessing, como aspiración infinita.
- Kant la califica de imposibilidad de aprehender lo absoluto.
- Fichte, como saber y acción.
- Hegel dice que el alma es el auto desarrollo de la idea.
- Schelling la define como potencia mística.
- Nietzsche, invención y ente imaginario del común de la gente, que ayuda a fortalecer las creencias de la existencia de un dios o mas específicamente de "Dios".
- Freud, como diferencia entre el "yo" y el "super-yo".
- Jaspers la define como "existencialidad".
- Heidegger, como "ser-ahí" (Dasein).
- Bloch, como realización originaria del futuro.[cita requerida]
Espíritu y Alma
En
la historia de la filosofía se diferencian el espíritu subjetivo (sujeto,
personalidad, individuo), cuya absolutización lleva al idealismo (con Platón),
subjetivo, y el espíritu objetivo (conciencia social, objetivación de las
facultades humanas) que conduce, si se
sostiene su carácter primario, al idealismo objetivo.
La
filosofía grecorromana de la Antigüedad concebía el espíritu como activídad
teórica (para Aristóteles, por ejemplo, la forma superior de la actividad del
espíritu es el pensar sobre el pensamiento, el placer de teorizar).
Sin
embargo, también se entiende el espíritu como principio suprarracional
cognoscible inmediata e intuitivamente (Plotino). Este punto de vista entronca
con la religión, según la cual el espíritu es Dios, una esencia sobrenatural,
susceptible de ser únicamente objeto de la fe. La filosofía clásica alemana
subrayaba el carácter activo del espíritu, lo veía como actividad de la
autoconciencia. Así, Hegel concebía el espíritu como unidad de la
autoconciencia y de la conciencia, unidad que se realizaba en la razón; [150]
como unidad entre la actividad práctica y la teórica del espíritu sobre la base
de la práctica: el ser del espíritu es su hacer aunque este hacer es
interpretado sólo como conocimiento. El espíritu, según Hegel, supera lo
natural y se eleva hasta sí mismo en el proceso del autoconocimiento. La
filosofía materialista considera al espíritu como lo secundario respecto a la
naturaleza. Para los materialistas de la antigüedad, el espíritu es la parte
más racional del alma, derramada por todo el cuerpo. Los materialistas de los
siglos XVII-XVIII (Hobbes, Locke, La Mettrie) concebían el espíritu sólo como
una variedad del conocimiento sensorial. El materialismo dialéctico no reduce
lo espiritual a la simple suma de sensaciones y rechaza la representación del
espíritu como de algo que existe con independencia de la materia. Lo espiritual
es función de la materia altamente organizada, es resultado de la actividad
práctica material, histórico-social de los hombres. La vida espiritual de la
sociedad –conciencia social– aparece como reflejo del ser social. Al mismo
tiempo, influye de manera activa sobre éste, sobre la actividad práctica de la
humanidad. El concepto de espíritu también se emplea en sentido metafórico como
sinónimo de esencia: espíritu de la época, espíritu del tiempo (cfr. alma,
pensamiento, conciencia, psique).
El Alma en la Teología Cristiana
La Teología
Cristiana. Principalmente, la teología protestante alemana se inspira del
Idealismo (corriente basada sobre las Ideas) y llega a concebir el alma como
únicamente "subjetividad". Este mismo Idealismo influye por Descartes
el pensamiento de algunas corrientes católicas. En efecto, Descartes, afirmando
"pienso, luego existo", encierra la reflexión filosófica en el mundo
de las ideas. Es considerado el padre del idealismo.
El
Realismo filosófico, dio nacimiento tanto al Empirismo y al Marxismo como a la
filosofía existencialista (Existencialismo y existencialismo cristiano (Gabriel
Marcel,Personalismo de Mounier)
Aporte Bíblico
Su
visión antropológica usa términos traducidos por espíritu (rú•aj), alma
(né•fesch [נפׁש]), cuerpo (ba•sár). Estos conceptos, si reciben una misma
traducción de alma y cuerpo, en realidad no corresponden del todo a los
conceptos de la filosofía griega. Mientras la filosofía griega se sitúa a nivel
de "esencias", la antropología bíblica tiene todas las características
de "existencialismo".
•La
rúaj que es "viento" "espíritu" en hebreo, en relación a la
antropología es el 'hálito [de vida]', aliento de la divinidad misma: cuando
Jehová inspiró sobre el hombre su soplo de Vida (Génesis 2:7), éste se
convirtió en ser viviente. El hombre vive mientras Jehová no retira su rúaj.
(Job 27,3). El término marca fuertemente la relación entre criatura y creador,
la dependencia absoluta de ella hacía Él. La Ruaj recibe otros sentidos en la
Biblia según los contextos.
•La
néfesch (נמהש) significa "garganta", "fauces" (2Samuel
16:14), "el que respira" (Job 41:13, 20, 21). Néfesch viene de una
raíz que significa “respirar”, y en un sentido literal se podría traducir como
“un respirador”. Exactamente la misma expresión hebrea que se usa para la
creación animal, a saber, néfesch jaiyáh (alma viviente), se aplica a Adán
cuando se dice que después que Dios formó al hombre del polvo del suelo y sopló
en sus narices el aliento de vida, “el hombre vino a ser alma viviente” (Gé
2:7.). En las instrucciones que Dios dio al hombre después de crearlo, utilizó
de nuevo el término néfesch para referirse a la creación animal: “Todo lo que
se mueve sobre la tierra en que hay vida como alma [literalmente, en lo que hay
alma viviente (néfesch)]” (Génesis 1:30.). A veces la palabra né•fesch se
utiliza para expresar el deseo del individuo, que le llena y luego le empuja a
lograr su meta. Proverbios 13:2 dice sobre los que tratan traidoramente que ‘su
mismísima alma es violencia’, es decir, que son partidarios acérrimos de la
violencia, y llegan a ser en realidad la violencia personificada-de modo que
tiene que ver también con la interacción entre la mente y personalidad activa
de un individuo, a saber: "la vida" (1Samuel 26:21). Además, según el
registro de Génesis 9:4 dice que la sangre es Alma y Levítico 17:11 dice que en
la Sangre está el Alma, a causa de que cada célula Viva que compone la sangre está
capacitada para moverse en sí, diferenciando a los seres animales de los
vegetales que no tienen Sangre ni células relacionables con ella; la Sangre
cuyo movimiento celular permite la circunvolución de la respiración muestra su
característica distintiva de la Vida Animal. La palabra néfesch (נשמה) aparece
un total de 754 veces en las Escrituras Hebreas (Génesis a Malaquías) y su
equivalente griego psykhḗ (ψυχή) 105 veces en las Escrituras Griegas (Mateo a
Revelación) y nunca está asociada a la inmortalidad que le dan algunas
corrientes religiosas, filosóficas o de otra índole. Pero muy notablemente, hay
cientos de textos bíblicos que la asocian con la muerte, de hecho, hay 13
textos donde se menciona como "néfesch muerta" (alma muerta). Y no
tienen que ver psykhḗ (ψυχή) y la palabra en latín ánima (palabras que se
relacionan con el término español "animal",4 haciendo lógica la
expresión "animal racional" para el ser humano) con la palabra
espíritu (gr. pnéuma). Así que el Alma se define por la interacción inseparable
de 3 movimientos en la materia viva que lo integran: La Mente/Corazón (principio
psicológico consciente-inconsciente del Yo mismo [movimiento pneumático]), la
Sangre (principio del cuerpo animal o carnal [movimiento linfático]) y la Vida
(principio de la actividad-hábito [movimiento dinámico]). Sin estos tres, el
alma está Muerta. De esta interpretación nace la importancia de valorar tanto
el alma humana6 como el alma de una bestia. Reforzando la valoración ética
desde la parte más delicada del alma (mente/corazón) hasta la parte más
resistente de ella (la vida).
•El
basár (carne) es un concepto que no se opone a rúaj (soplo) pero se juxtaponen.
Una traducción aceptable sería "mi persona", que se puede tocar,
experimentar. Cuando Pablo dice: "Vuestros cuerpos son templo del Espíritu
(en gr. pnéuma)...(1 Cor 6,19)" o bien "Ustedes son el templo... (1
Cor, 3-17)" resalta el aspecto experimentable del concepto.
El Alma de acuerdo con el Magisterio Católico
Las
definiciones dogmáticas del Magisterio de la Iglesia Católica tratan
principalmente de las relaciones entre alma y cuerpo: Las principales:
- El hombre tiene una sola alma (ψυχή)
- El alma (anima intellectiva) existe en cada hombre como individualmente distinta y es inmortal en esta diversidad individual.
- El alma (anima intellectiva) es forma corporis por sí misma.
- Del Papa Juan XXII: El alma puede tener la visión plena de Dios, sólo después de la muerte.
- El alma es creada e infundida inmediatamente por Dios en el momento de la concepción.
- El alma no pertenece a la substancia divina.
- El alma no lleva una existencia pre-corporal.
- El alma no tiene un origen material.
- Ella constituye el principio vital del hombre.
- Es superior al cuerpo.
- Su espiritualidad puede ser demostrada.
El Concilio Vaticano II supera el esquema alma-cuerpo y
habla de persona. "El hombre es uno en cuerpo y alma y transciende en su
interioridad la totalidad de las cosas..."
El
Papa Juan Pablo II en locución dominical, publicada en L'Osservatore Romano
(14/01/1990), dijo que "los animales poseen un soplo vital recibido de
Dios", citando los Salmos 103 y 104, siéndoles reconocida, por tanto, el
'alma sensitiva' (griego 'pneuma', soplo, aire), sin olvidar que el vocablo
'animal' proviene del latín 'anima' (alma). "Los animales poseen un alma y
los seres humanos deben amar y sentirse solidarios con nuestros hermanos menores".
Iconografía del Alma
Los
primitivos cristianos representaron en sus monumentos el alma humana libre de
las trabas de la carne y dirigiéndose a la patria celestial por medio de las
siguientes figuras simbólicas:
1. Un
caballo corriendo como para conseguir el premio en los juegos del circo.
2. Una
nave bogando a velas desplegadas hacia un faro o llegando al puerto.
3. Un
cordero o una oveja sola o restituida al rebaño por el Buen Pastor.
4. Una
paloma a veces volando, a veces junto a un vaso vacío imagen del cuerpo
abandonado por el espíritu y otras veces posada en un florido jardín
representación del Paraíso.
5. Una
mujer saliendo de un cuerpo inanimado.
El Alma en otras Culturas
En
otras culturas como la asiática, la africana, y la americana, encontramos un concepto
Alma analógicamente similar al concepto desarrollado por las religiones del
grupo judeo-cristiano (incluyendo el Islam) y la filosofía europea.
El
alma desde el punto de vista védico o veda es El Ser, que por naturaleza es
eterno (sin nacimiento ni muerte o sin principio ni fin) de substancia
diferente a la del cuerpo físico y que posee conciencia propia. Desde este
punto de vista, la ciencia material o la que estudia los fenómenos físicos o
materiales, es limitada porque no puede estudiar fenómenos espirituales ya que
su naturaleza es diferente a la física. Este capítulo del bhagavad gita trata
la naturaleza del alma.
Alma en el Antiguo Egipto
Artículo
principal: Elementos del ser humano (Antiguo Egipto)
El
ser humano, según los antiguo egipcios, tiene siete grados en su personalidad:
- "Ren", o sea "el nombre", pudiendo mantenerse existente según el cuidado de un correcto embalsamamiento.
- "Sejem", es la energía, el poder, la luz del difunto.
- "Aj", es la unificación del "Ka" y del "Ba", en vista de un regreso a la existencia.
- "Ba", lo que hace de un ser individual lo que es; se aplica también a cosas inanimadas. Es el concepto más cercano al occidental de "Alma".
- "Ka", la fuerza de vida. Sostenida por ofrendas de comidas al difunto.
- "Sheut" es la sombra de la persona, representada por una figura humana completamente negra.
- "Seju" designa los restos físicos de la persona.
- "Jat" es la parte carnal de la persona.
Creencias Budistas sobre el Alma
Una
de las tres marcas de la existencia, Anātman, es la "Insustancialidad de
las cosas" en ninguna parte de las escrituras se habla de una esencia
intrínseca del ser o algo interior con lo cual conectarse. Es normal confundir
la "Realidad Última" de la mente que es la "Naturaleza
Búdica" indestructible como un diamante (Vajra Sattva) no obstante a un
nivel filosófico esa naturaleza indestructible es la vacuidad de las cosas y es
completamente distinto al concepto de Atman, alma, Ser, etc. Aquellos conceptos
son considerados surgidos desde el ego y confusión de la mente.
El
budismo enseña que todas las cosas son cambiantes en un constante estado de
flujo. Todo es pasajero y no existe algo perenne. Eso vale para todo el cosmos
y por ende a la humanidad ella misma. No existe un "Yo" permanente.
Anātman expresa en esencia la idea budista de aquel continuo cambio.
El
error de creer en un "Yo" permanente es la fuente de los conflictos
humanos y de los deseos mundanos. El apego a los defectos de la existencia
cíclica, samsara, provoca el renacimiento.
Cuando
se habla de renacimiento en el budismo es el ego y manifestación de la mente
confundida, de la corriente de conciencia.
También
se utiliza el concepto de reencarnación, sin embargo no existe hasta el momento
una traducción exacta para el concepto.
El
budismo considera que hay tres niveles en la conciencia de la persona: la
conciencia muy sutil, la cual no se desintegra en la encarnación-muerte, la
conciencia sutil, desapareciendo con la muerte, siendo una conciencia-dormida o
bien no-conciencia, y la conciencia crasa
Las
religiones que hablan sobre el alma como la hindú, que surgió de los vedas que
son textos sagrados para las hindúes, donde se habla de la vida que hay una
transmigración del alma a eso se le llama la rueda de samsara, la muerte es cuando
el alma pasa de un cuerpo a otro según sus acciones o de cómo lleva su vida, a
ese proceso del alma se le dio cambios y se conoció como Darma que es el
resultado de buena vida u obrar bien y el karma es todo aquello que tiene que
vivir necesariamente para aprender de la vida para que en otra vida pueda
llegar ser mejor persona. Buda, que es uno de los representantes de la cultura
hindú, habla que para salvar el alma hay que alcanzar el estado del nirvana que
es el estado más alto de armonía. La meditación ayuda a purificar el alma y la
alimentación es muy importante para alcanzar el nirvana ya que la vida es
sagrada, también teniendo un vida de santidad por ejemplo no cometer actos
impuros que puedan afectar el alma y aprender a controlar los vicios o las
malas influencias que es la que daña la comunicación con Dios.
Transmigración del Alma o Peregrinación del Espíritu
De
acuerdo con las tradiciones Hinduistas, la Transmigración de las almas, se basa
en la idea de que una alma puede salir de un cuerpo y residir en otro (humano o
animal) o en un objeto inanimado.
Podemos
definir la Transmigración como la moción o peregrinación del Espíritu de un
cuerpo-y-alma a otro, "moción" que tiene lugar necesariamente siempre
que un tal vehículo compuesto muere o se genera otro, de la misma manera que el
agua podría verterse de una vasija en el mar, y ser introducida después en
otra, con lo cual sería siempre "agua", pero nunca, excepto en la
medida en que la vasija parece imponer una identidad y una apariencia pasajera
a sus contenidos, un "agua" propia.
La
Transmigración frecuentemente se suele contraponer al dogma cristiano de la
resurrección de la carne.
La
idea de la Transmigración aparece en varias formas en culturas tribales de
muchas partes del mundo (por ejemplo, África, Madagascar, Oceanía y América del
sur). La noción era conocida en la Grecia antigua, especialmente en el orfismo,
y fue adoptada en forma filosófica por Platón y los pitagóricos. La creencia
ganó cierta notoriedad en formas gnósticas y ocultas de cristianismo y de
judaísmo y fue introducida en el pensamiento renacentista por la recuperación
de los libros herméticos.
La
figura de Pitágoras está vinculado a la noción de transmigración del alma.
Pitágoras habría sido el introductor de este concepto en Grecia, relacionado
directamente con la noción de la inmortalidad del alma, que, con el paso del
tiempo, estaba llamada a convulsionar la mentalidad griega.
Primeramente,
el pensamiento de Pitágoras era que el alma era inmortal. Asimismo, la
mentalidad de Pitágoras era tan abierta y clara que tuvo la creencia en la
transmigración del alma de un ser humano a un animal o viceversa, circunstancia
que incrementaba el impacto que producía la extraña afirmación pitagórica en
quienes la oían. Además, que los acontecimientos pasados se repetían en un
proceso cíclico y que nada es nuevo en sentido absoluto.
La
doctrina más consistente de la Transmigración se encuentra en el Hinduímo. No
aparece en las escrituras hindúes más tempranas (el Rig Veda), sino que fue desarrollada
en un período más tardío en el Upanishads (c. 600 A.C.).
Esencial
a la concepción del destino humano después de la muerte fue la creencia de que
los seres humanos nacen y mueren muchas veces. Se considera a las almas como
emanaciones del espíritu divino; cada alma pasa de un cuerpo a otro en un ciclo
continuo de nacimientos y muertes, estando su condición en cada existencia
determinada por sus acciones en vidas anteriores.
Lo
que se entiende por la transmigración es un cambio de estado o de nivel de
referencia que excluye por definición la idea de un retorno a un estado o nivel
que ya ha sido pasado.
La
transmigración del Alma sólo puede distinguirse como un caso particular de la
transmigración del Espíritu, para lo cual, no obstante, puede probarse deseable
emplear algún término tal como "peregrinación".
La
transmigración es algo así como el viaje que realiza el Espíritu a través de
las diversas formas de vida a las que anima momentáneamente, mientras dura su
vida, para luego retirarse sin sufrir cambio alguno.
Es
el Espíritu, quien alimenta la chispa divina de la vida que está ubicada en el
ventrículo más recóndito del corazón o guhâ (refiriéndose al centro del ser
individual, tradicionalmente simbolizado por este).
Se
confunde frecuentemente con la metempsicosis, diferenciándose de esta en que
involucra al ser real y no sólo la herencia directa o indirecta de las
características psicofísicas del difunto.
También
se le confunde constantemente con la reencarnación, llegando a considerase
sinónimos, siendo la transmigración el paso del ser a otros estados de
existencia, que están definidos por condiciones enteramente diferentes de
aquellas a las cuales está sometida la individualidad humana (con la sola
restricción de que, mientras se trate de estados individuales, el ser está
revestido siempre de una forma, pero que no podría dar lugar a ninguna
representación espacial u otra, más o menos modelada sobre la de la forma
corporal); quien dice transmigración dice esencialmente cambio de estado, en cambio
en la reencarnación se vuelve generalmente al mismo estado humano, no así en la
falsa creencia sobre la metempsicosis, donde se puede encarnar en minerales,
vegetales o animales.
La
transmigración está íntimamente relacionada con el concepto de Karma (acción),
que implica la resolución inevitable, para bien o para mal, de toda acción en
una existencia futura. Toda experiencia de vida, tanto feliz como dolorosa, es
sólo una recompensa por las buenas o malas obras hechas en existencias
anteriores. El ciclo del karma y transmigración puede extenderse a través de
innumerables vidas; el objetivo último es la reabsorción del alma en el océano
de la divinidad de la que provino.
Esta
unión ocurre cuando la persona entiende la verdad acerca del alma y lo Absoluto
(Brahma) y el alma se hace una con Brahma. A menudo se piensa equivocadamente
que el budismo también implica la transmigración, pero la doctrina budista
clásica del anatta ("ninguna alma") rechaza específicamente la visión
hindú; la posición budista respecto a las obras del karma es
extraordinariamente compleja.
La idea de la transmigración ha sido difundida en el mundo occidental por movimientos tales como la Teosofía, y por la proliferación más reciente de cultos religiosos orientales. La mayoría de estas versiones occidentalizadas parecen carecer del rigor intelectual y contenido filosófico de la doctrina hindú clásic.
Andres C Gonzalez Hernandez
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