Gravedad Cuántica - Teoría del Campo Unificado
La gravedad cuántica es el
campo de la física teórica que procura unificar la teoría cuántica de campos,
que describe tres de las fuerzas fundamentales de la naturaleza, con la
relatividad general, la teoría de la cuarta fuerza fundamental: la gravedad. La
meta es lograr establecer una base matemática unificada que describa el
comportamiento de todas las fuerzas de las naturalezas, conocida como la Teoría
del campo unificado
Introducción: Una teoría cuántica de la gravedad debe generalizar dos teorías de
supuestos y formulación radicalmente diferentes: La teoría cuántica de campos
que es una teoría no determinista (determinismo científico) sobre campos de
partículas asentados en el espacio-tiempo plano de la relatividad especial (métrica
de Minkowski) que no es afectado en su geometría por el momento lineal de las
partículas.
- La teoría de la relatividad general que es una
teoría determinista que modela la gravedad como curvatura dentro de un
espacio-tiempo que cambia con el movimiento de la materia y densidades
energéticas.
Teorías Gauge
Las maneras más obvias de combinar mecánica cuántica y relatividad general,
sin usar teorías de gauge, tales como tratar la gravedad como simplemente otro
campo de partículas, conducen rápidamente a lo que se conoce como el problema
de la renormalización. Esto está en contraste con la electrodinámica cuántica y
las otras teorías de gauge que son en general renormalizables y donde el
cálculo perturbativo mediante diagramas de Feynman pueden ser acomodados para
dar lugar a resultados finitos, eliminando los infinitos divergentes asociados
a ciertos diagramas vía renormalización.
En cuanto a los detalles
formales, hay que señalar que las teorías cuánticas de campos exitosas como la
teoría electrodébil (que aúna la interacción electromagnética y la débil) y la
cromodinámica cuántica (que describe la interacción fuerte) en forma de teorías
de gauge usan un grupo de gauge finito, pero que el tratamiento del campo
gravitatorio como campo de gauge requeriría un grupo de gauge infinito, ya que
el conjunto de difeomorfismos (Ver: Homeomorfismo) del espacio-tiempo no es un
grupo finito.
Ámbitos disjuntos de la MC y
la TGR: Otra dificultad viene del éxito de la mecánica cuántica y la relatividad
general. Ambas han sido altamente exitosas y no hay fenómeno conocido que
contradiga a las dos. Actualmente, el problema más profundo de la física
teórica es armonizar la teoría de la relatividad general (RG), con la cual se
describe la gravitación y se aplica a las estructuras en grande (estrellas,
planetas, galaxias), con la Mecánica cuántica (MC), que describe las otras tres
fuerzas fundamentales y que actúan en la escala microscópica.
Las energías y las condiciones
en las cuales la gravedad cuántica es probable que sea importante son hoy por
hoy inaccesibles a los experimentos de laboratorio. El resultado de esto es que
no hay observaciones experimentales que proporcionen cualquier indicación en
cuanto a cómo combinar las dos.
La lección fundamental de la
relatividad general es que no hay substrato fijo del espacio-tiempo, según lo
admitido en la mecánica newtoniana y la relatividad especial. Aunque fácil de
agarrar en principio, éste es la idea más difícil de entender sobre la
relatividad general, y sus consecuencias son profundas y no completamente
exploradas aún en el nivel clásico. Hasta cierto punto, la relatividad general
se puede considerar como una teoría totalmente relacional, en la cual la única
información físicamente relevante es la relación entre diversos acontecimientos
en el espacio-tiempo.
Espacio-Tiempo Cuántico
Por otra parte, los mecánicos del quántum han dependido desde su invención
de una estructura (no-dinámica) fija como substrato. En el caso de la mecánica
cuántica, es el tiempo el que se da y no es dinámico, exactamente como en la
mecánica clásica newtoniana. En teoría relativista de campos cuánticos, lo
mismo que en teoría clásica de campos, el espacio tiempo de Minkowski es el
substrato fijo de la teoría. Finalmente, la teoría de las cuerdas, comenzada
como una generalización de la teoría de campos cuánticos donde, en vez de
partículas puntuales, se propagan en un fondo fijo del espacio-tiempo objetos
semejantes a cuerdas.
La teoría cuántica de campos
en un espacio (no minkowskiano) curvo, aunque no es una teoría cuántica de la
gravedad, ha mostrado que algunas de las asunciones de la base de la teoría de
campos cuánticos no se pueden transportar al espacio-tiempo curvado, aún menos,
entonces, a la verdadera gravedad cuántica. En particular, el vacío, cuando
existe, se demuestra dependiente de la trayectoria del observador en el
espacio-tiempo. Asimismo, el concepto de campo se ve como fundamental sobre el
concepto de partícula (que se presenta como una manera conveniente de describir
interacciones localizadas).
Históricamente, ha habido dos
reacciones a la inconsistencia evidente de las teorías cuánticas con la
substrato-independencia obligatoria de la relatividad general. El primero es
que la interpretación geométrica de la relatividad general no es fundamental,
sino apenas una cualidad emergente de una cierta teoría substrato-dependiente.
Esto se remarca explícitamente, por ejemplo, en el texto clásico Gravitation
and Cosmology de Steven Weinberg. La visión opuesta es que la independencia
del substrato es fundamental, y la mecánica cuántica precisa generalizarse a
contextos donde no hay tiempo especificado a-priori. El punto de vista
geométrico es expuesto en el texto clásico Gravitation, por Misner,
Thorne y Wheeler. Es interesante que dos libros escritos por gigantes de la
física teórica expresando puntos de vista totalmente opuestos del significado
de la gravitación fueran publicados casi simultáneamente al comienzo de los
años 1970. Simplemente, se había alcanzado un callejón sin salida. No obstante,
desde entonces el progreso ha sido rápido en ambos frentes, conduciendo en
última instancia a ST (String Theory o teoría de cuerdas) y a LQG.
El enfoque general tomado en
derivar una teoría de la gravedad cuántica es asumir que la teoría subyacente
será simple y elegante y entonces mirar las teorías actuales buscando las
simetrías y las indicaciones sobre cómo combinarlas elegantemente en una teoría
abarcadora. Un problema con este enfoque es que no se sabe si la gravedad
cuántica será una teoría simple y elegante.
Tal teoría se requiere para
entender los problemas que implican la combinación de masas o de energías muy
grandes y de dimensiones muy pequeñas del espacio, tales como el comportamiento
de los agujeros negros, y el origen del universo.
Una teoría cuántica de la
gravitación debería poder ayudarnos a resolver varios problemas físicos no
resueltos como:
- El problema de las singularidades, que nos
explique cual es el fin último de una partícula que cae en un agujero
negro siguiendo una geodésica que acaba en una "singularidad"
espaciotemporal y cuál es la naturaleza física de las singularidades.
- El problema del origen del universo, que explique
el proceso conocido como inflación cuántica que al parecer podría explicar
también el problema cosmológico del horizonte.
Roger Penrose ha propuesto
algunos hechos que la teoría cuántica de gravitación podría (o debería)
explicar:
- El problema del colapso de la función de onda
cuántica: como es sabido, la mecánica cuántica postula dos clases de
evolución temporal. De un lado tenemos una evolución temporal suave,
determinista y lineal dada por una ecuación tipo ecuación de Schrödinger
(cuando el sistema se deja evolucionar sin afectarlo mediante ninguna
medida), tal como se recoge en el postulado V . Y de otro lado tenemos una
evolución abrupta, aleatoria y no lineal recogida en el postulado IV y que
ocurre cuando hacemos una medida de una magnitud física del sistema. De
acuerdo con Penrose, estos dos tipos de evolución podrían ser casos
límites de un mismo tipo de evolución no-lineal que en ciertas ocasiones
se presenta como lineal o cuasi-lineal, quedando así explicada la
ambigüedad de la teoría cuántica sobre cuándo realmente ocurre o no una
medida.
- La asimetría temporal relacionada con la segunda
ley de la termodinámica que Penrose argumenta razonadamente se remonta a
que la singularidad inicial del Big Bang fue de un tipo especial con
tensor de curvatura de Weyl nulo. Penrose explica que todas las
singularidades finales, como las de los agujeros negros, por el contrario,
conllevan un tensor de Weyl que tiende a infinito.
- La naturaleza de la conciencia humana, que
Penrose opina no es de naturaleza puramente algorítmica sino que incluiría
elementos no computables. Penrose apunta que una teoría cuántica de la
gravitación debería ser no-lineal, y si bien podría ser realmente
determinista sería claramente no computable lo que explicaría que los
fenómenos cuánticos de medición nos parecieran impredecibles tal como
realmente observamos.
También una teoría cuántica de
la gravedad debería ampliar nuestro conocimiento de efectos cuánticos predichos
por enfoques tentativos de otras teorías cuánticas, como la existencia de
radiación de Hawking.
Intentos de teorías cuánticas de la gravedad
Hay un número de teorías y de
proto-teorías propuestas de la gravedad cuántica incluyendo:
- Teoría de cuerdas y supergravedad
- Gravedad cuántica de bucles de Ashtekar, Smolin y
de Rovelli
- Geometría no conmutativa de Alain Connes
- Teoría de Twistores de Roger Penrose
- Conjuntos causales, de Rafael Sorkin
- Triangulación dinámica causal (abreviadamente
CDT)
- Geometrodinamica de John Wheeler
- Principio holográfico
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