La Conciencia Crística - Unión del Ser con la Esencia Divina
La Conciencia Crística representa a nuestro Cristo como la realidad de la Divina Presencia que cada uno llevamos dentro
Para comprender el concepto de la Conciencia Crística, creo que es necesario que conozcamos de donde proviene y el significado de dicha expresión. La cual se deriva de la palabra Cristo o Christos.
El cristianismo relaciona la palabra Cristo con Jesús, la palabra Christos es un término griego que significa Ungido y que usaba con frecuencia Pablo de Tarso, una de las figuras más importantes en los inicios del cristianismo y que contribuyó en gran medida a difundir el cristianismo en el Imperio Romano. Al comienzo se conocía como Jesús el Cristo y finalmente el término se usa como Jesucristo.
Los términos Cristo y Cristianos, que originalmente se escribían Chrést y Chréstianos, fueron copiados del vocabulario del Templo de los paganos.
Chréstos significaba en dicho vocabulario un discípulo puesto a prueba, un candidato para la dignidad de hierofante. Cuando el aspirante la había alcanzado por medio de la iniciación, largar pruebas y sufrimientos, y había sido ungido (esto es, “frotado con aceite”, como lo eran los Iniciados y aun las imágenes (ídolos) de los dioses, a modo de último toque de la práctica ceremonial), se cambiaba su nombre en Christos, el purificado, en lenguaje del misterio o esotérico.
En simbología mística, realmente, Christés o Christos significaba que se había recorrido ya “el camino”, el Sendero, y alcanzado la meta; cuando los frutos de un arduo trabajo para unir la efímera personalidad de barro con la Individualidad indestructible, la transformaban de este modo en el EGO inmortal.
Al término del camino está el Chréstés, el Purificador, y una vez llevada a cabo la unión, el Chréstos, el hombre de dolor, se convirtía en Christos mismo.
Pablo, el iniciado, conocía estos términos, y esto precisamente era lo que quería expresar cuando se le hace decir en una mala traducción: “Estoy otra vez en dolores de parto hasta que Cristo sea formado en vosotros” (Gálat., IV, 19), cuya verdadera interpretación es “… hasta que forméis el Christos dentro de vosotros mismos”.
En termino general el Christo se refiere a la Unión del Ser con la Esencia Divida.
En la religión budista, se conoce como el Nirvana, que es el estado supremo de felicidad plena que alcanza el alma y que consiste en la incorporación del individuo a la esencia divina y en la ausencia total de dolor y de deseos.
"el nirvana constituye para el budismo la meta final de la vida humana que se consigue con la práctica de la virtud, la caridad, la humildad y la resignación"
Según como lo expresa San Pablo (Efesos, III, 16 y 17) Toda persona buena puede, por lo tanto, encontrar a Cristo en su “hombre interno”, bien sea judío, musulmán, indo o cristiano.
Nuestra Conciencia Crística
La Conciencia Crística representa a nuestro Cristo como la realidad de la Divina Presencia que cada uno llevamos dentro. Es la conciencia de nuestra Esencia Divina, que vive dentro de cada uno de nosotros, que nos hace reconocer que somos uno con Todo lo que existe, que somos Conciencia pura, Amor puro, y parte de la Luz Divina. Y nos ayuda a recordar que somos Uno con la Fuente Sagrada, que el Amor es nuestra auténtica naturaleza, y la compasión nuestro estado natural de vivir, al ser todos parte de la misma Esencia Única.
Nuestra Alma, es una Chispa de Luz que se desprende de la Divinidad y encarna en un cuerpo físico. Es nuestra Conciencia Crística la que nos guía permanentemente y nos hace recordar que Dios habita dentro de cada uno de nosotros.
La Conciencia Crística es la llave que desbloqueará las limitaciones del ser humano y dejar que la divinidad que todos somos pueda manifestarse. Es la que nos permite llegar a ser uno con todo nuestro resplandor. En palabras humana, La Conciencia Crística nos abre las puertas del entendimiento, la sabiduría. y del autoconocimiento, para darnos cuenta del verdadero ser que somos. Una conciencia que nos permitirá darnos cuenta de la existencia más allá de toda forma y llegar a la Mente Divina del ser que habita en nosotros y sentir la Unicidad con Todo lo que Es.
En el camino hacia el Despertar de la Consciencia Crisitica, surgirán en nosotros una estado de sensibilidad perceptiva y de entendimiento particular que nos impedirá aceptar incondicionalmente la naturaleza terrenal y ser plena expresión de su interés. El Yo Ego comienza a perder poder y va dejando espacio al nuevo Ser que nace.
Al despertar profundamente el Corazón, encontrando en sus entrañas algo Infinito, inconmensurable, que ayuda a recordar al Ser humano que es Uno con la Fuente Sagrada, que el Amor es su auténtica naturaleza, y la compasión su estado natural de vivir, al ser todos parte de la misma esencia Única.
Este despertar, es el nacer de la Identidad Yo Crísto, es decir del Cristo en cada uno. Esta identidad es expresión de ambas naturalezas, en ella convergen estas dos energías, la terrenal y la Divina.
El Yo Cristico comprende al ego y su mundo pero también comprende la naturaleza Divina y el Cielo. Es así que el Yo Cristico, el Yo Amor, permite la convergencia armónica de ambos mundos neutralizando las oposiciones que la naturaleza terrenal ejerce sobre la naturaleza Divina.
El paso de la identidad Yo Cristico al Yo Cosmico es tan significativo como el del Yo Ego al Yo Cristico. Al paso del Yo Ego al Yo Crístico se lo llama "la muerte del Ego" y al paso del Yo Crístico al Yo Cósmico se lo llama "Ascensión".
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