Misticismo - Unión Inefable del Alma con Dios
Se puede definir el Misticismo como el fenómeno mediante el cual una persona puede establecer el estado de Perfección Religiosa que consiste en la Unión Inefable del Alma con Dios. Doctrina Religiosa y Filosófica que enseña la comunicación directa entre el hombre y la Divinidad a través de la Intuición o el Éxtasis. Un estado en el que una persona se orienta exclusivamente a contemplar a Dios o cultivar su costado espiritual.
Establecer una conexión espiritual íntima con todo aquello que no se considere terrenal o mundano, relacionado directamente con su creencia religiosa o experiencia mística que no se puede verificar por la razón o por los sentidos, ya que proviene del autoconocimiento interno.
El término místico es un adjetivo de tipo calificativo que se usa, entonces, para designar a las personas o situaciones que tengan que ver con la mística o el misticismo. La palabra mística proviene de Myo que significa cerrar los ojos o la boca; los ojos para no ver lo que es secreto; la boca para no revelar los secretos.
Por lo tanto, el Misticismo es el fenómeno mediante el cual las personas logran conocer a aquello que entendemos como Dios de manera directa y particular.
Muchas veces el Misticismo se da a través de conexiones muy íntimas y privadas de la persona con lo espiritual, por lo cual las prácticas y los rituales oficialmente establecidos por las diferentes iglesias y religiones pueden no ser útiles en todos y cada uno de los casos.
El Misticismo es "una constelación de prácticas distintivas, discursos, textos, instituciones, tradiciones y experiencias dirigidas a la transformación humana, definida de diversas maneras en diferentes tradiciones".
Como sistema filosófico, el Misticismo considera como el fin de la filosofía la unión directa del alma humana con la Divinidad a través de la contemplación y el amor, e intenta determinar los procesos y los medios para realizar este fin.
Esta contemplación, de acuerdo con el Misticismo, no se basa en un conocimiento meramente analógico del Infinito, sino como una intuición directa e inmediata del Infinito. Según su tendencia, puede ser especulativo o práctico, ya que se limita al mero conocimiento o rastrea los deberes para la acción y la vida; contemplativo o afectivo, según enfatiza la parte de la inteligencia o la parte de la voluntad; ortodoxo o heterodoxo, según esté de acuerdo o se oponga a la enseñanza católica. Vamos a dar un breve bosquejo histórico de la mística y su influencia en la filosofía, y presentar una crítica de la misma.
La teoría y la práctica de los éxtasis religiosos. Tradicionalmente concebido como la búsqueda espiritual de la unión con el Absoluto, el Infinito o Dios y la percepción de su unidad esencial, ahora se entiende que el misticismo abarca muchas otras variedades de experiencia y percepción extática, incluyendo la de la nada o la desaparición del alma.
Muchas tradiciones religiosas y místicas ven las experiencias religiosas como revelaciones causadas por la acción divina en lugar de los procesos naturales ordinarios. Se consideran encuentros reales con Dios o dioses, o el contacto real con realidades de orden superior de las cuales los humanos no son conscientes. Sin embargo, la noción de "experiencia religiosa" o "experiencia mística" como una percepción de la verdad religiosa es un desarrollo moderno.
Cuando hablamos de una persona como alguien místico, estamos haciendo referencia a una persona que posee un lado espiritual muy desarrollado, quizás más que el promedio de las personas, y que demuestra esa espiritualidad o esa conexión con lo que está más allá de la vida terrenal no sólo a partir de acciones tales como el rezo, la devoción o la pasión por su objeto de adoración, si no también muchas veces en la forma de vestir, en la forma de comunicarse, en las actitudes más bien pacíficas, relajadas o tranquilas que posee y que tienen que ver, sin duda, con esa íntima relación con lo que no podemos comprender racionalmente.
El interés primordial en la vida del místico es descubrir la verdad, para conocer a Dios, para comprender toda la naturaleza del hombre. El místico ve todo lo que corresponde a la vida como una oportunidad abundante de descubrir, comprender y expresar lo Divino.
Un Místico es alguien que, por encima de todo en la vida, desea saber, pero no en el sentido de saber intelectual, sino sobre la verdad más profunda de la existencia. El Místico, sin embargo, mira más allá de un foco exclusivo o preocupado de esta supervivencia terrenal o auto actualización hacia algo más. Busca descubrir la verdad más profunda de nuestro ser como almas encarnadas, a fin de comprender nuestro mayor potencial como reflejo de Dios, para hacer realidad nuestra plenitud en el terreno de todos.
A través de un proceso de interiorizaron alejado de la razón y de los sentidos se puede iniciar una Búsqueda Espiritual, también conocida como Iluminación Divina.
En el Misticismo se pretende que el alma humana conecte con el alma de Dios y dicha unión es conocida como la Vía Unitiva. Hay que indicar que en la tradición cristiana la oración es uno de los caminos utilizados por los místicos.
En algunas religiones y filosofías orientales sus seguidores son considerados místicos, ya que buscan alcanzar la plenitud y la felicidad interior. En la tradición india de los Vedas y en el budismo existen planteamientos en esta línea. Ciertas técnicas de meditación o la práctica del yoga incorporan un sentido místico de la existencia. Al mismo tiempo, los estados superiores de conciencia en el budismo son igualmente formas de interacción entre el espíritu y la conciencia infinita del cosmos. La filosofía budista transita el misticismo a través de diversas prácticas legendarias y muy asociadas a ella tales como la meditación, la concentración y el nirvana.
De acuerdo con la filosofía, en un sentido general la mística como actitud personal se centra en realizar una actividad de tipo espiritual con el fin de fusionar el alma humana con la divinidad o las fuerzas que gobiernan el mundo. Algunos filósofos se han planteado si la mística es una forma de conocimiento o simplemente se trata de una forma de expresar la trascendencia.
Las experiencias interiores de un místico no se pueden explicar con un sentido analítico y tampoco se pueden expresar con palabras. Se trata de algo de lo que no se puede hablar pero que sí se puede sentir.
Un místico, tratará de acercarse a la unión con lo divino en la vida terrenal que despliegan, desarrollando y protagonizando experiencias que les permitan conectarse con ello, a través del éxtasis, por ejemplo, tal como la teología llama a aquel estado en el que el alma se une a Dios y en el que las funciones corporales quedarán eventualmente y temporalmente paradas.
En resumen, El Misticismo florece de una curiosidad insaciable de entender las preguntas esenciales de la vida, como son los asuntos de Dios, de la creación, del infinito y del potencial humano de conocer la verdad. Se relaciona con el tema sobre cómo se puede llegar a vivir dentro de la plenitud de la verdadera naturaleza, en un sentido muy real, porque el Misticismo se refiere a la esencia de la vida.
Las palabras para poder definir que es el Misticismo son insuficientes, a menudo en la forma de tratar de entenderlo. A lo que se refiere la palabra Mística, es a una calidad de presencia que está más allá literalmente y antes que cualquier palabra. Sin embargo, y al igual que otros, el ser humano, se siente obligado a tratar de acercarse lo más que puede a concebir su significado ya que habla de nuestra naturaleza original.
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